The Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ [Cycle B] – June 6, 2021 Exodus 24:3-8 | Psalm 116 | Hebrews 9:11-15 | Mark 14:12-16, 22-26 |
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo [Ciclo B] – 6 de junio, 2021 Éxodo 24:3-8 | Salmo 115 | Hebreos 9:11-15 | Marcos 14:12-16, 22-26 |
From the Letter to the Hebrews: ‘If the blood of goats and bulls and the sprinkling of a heifer’s ashes can sanctify those who are defiled, how much more will the blood of Christ cleanse our consciences from dead works to worship the living God.’ |
De la Carta a los Hebreos: ‘Si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una ternera, cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los israelitas una pureza legal, ¡cuánto más la sangre de Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto al Dios vivo!’ |
Reflection by Br. Carlos Salas, OP: God offers us Himself in the Most Holy Eucharist that we might be healed from the trace of our sins and saved. God has made a covenant with us, His people. The outpouring of Christ’s Blood was prefigured in the Old Testament writings. Moses sprinkled some of the animal’s blood on the people as a sign of the covenant that the Lord made with His people. Christ offered us His Body to eat and His Blood to drink. At Communion, we re-seal that covenant made with God. When we receive the Eucharist, we experience heaven, which is being in the state of Communion with God. Eucharist is the closest experience of heaven on Earth. At the Sacrament of Penance, our soul is cleansed; at Eucharist, we are nurtured, healed, we become more like Him, we are saved. |
Reflexión por Fray Carlos Salas, OP: Dios se ofrece a sí mismo en la Santísima Eucaristía para poder ser sanados de los rastros de nuestros pecados y ser salvados. Dios ha establecido una alianza con nosotros, su pueblo. La efusión de la Sangre de Cristo fue prefigurada en las escrituras del Antiguo Testamento. Moisés roció al pueblo con parte de la sangre de animales sobre las personas como un signo de la alianza que el Señor estableció con su pueblo. Cristo ofreció su Cuerpo y Sangre para nuestro consumo. En la Comunión, resellamos la alianza establecida con Dios. Cuando recibimos la Eucaristía, experimentamos el paraíso, que significa estar en Comunión con Dios. La Eucaristía es la experiencia más cercana del cielo en la tierra. En el Sacramento de la Penitencia, nuestra alma es purificada; en la Eucaristía, somos nutridos, curados, nos convertimos más como Él, somos salvos. |
Something to think about:
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Algo en que pensar:
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